
No es fácil crear un álbum de acuerdo con el principio “bailar y al rosario” para que no suene de mal gusto, y la actitud del oyente hacia el material no sea indulgente. Braids’ Flourish//Perish no es ninguna de esas cosas. Es un material muy reflexivo y maduro, lleno de matices y fantasía creativa, y comunicarse con él es puro placer.
Braids es la voz angelical de Raphaelle Standell-Preston, la batería sobresaliente de Austin Tufts y el multiinstrumentista Taylor Smith, y el hogar de estos talentos es el Calgary canadiense. Inicialmente, la banda era un cuarteto, pero en 2012 la teclista Katie Lee dejó la banda y fue la formación de tres miembros la que lanzó el álbum Flourish//Perish. Algunos creen que con la partida de Lee, el perfil musical de la banda ha cambiado. Lanzado en 2011, el álbum debut de Native Speaker suena más dream pop, mientras que el segundo Flourish/ /Perish es un caleidoscopio de impresiones más ricas en electrónica. Es difícil para mí juzgar si el cambio es realmente el resultado de un estrechamiento de la composición o si es una simple evolución que ocurre naturalmente en el proceso creativo. Para el oyente, probablemente no importa mucho, porque como sabes, no es la cantidad sino la calidad lo que cuenta, y la calidad es en este caso audible con el oído desnudo.
Particularmente notable es la vocalista Raphaelle Standell-Preston, que canta con la ligereza de un pájaro, es difícil creer lo fácil que anida en la cabeza. Se acerca directamente al oyente, lo invita a su mundo íntimo. El álbum en sí Flourish//Perish es, en pocas palabras, hermosas melodías en su mayoría profundamente inmersas en una intensa salsa electrónica. En su mayoría, no del todo, porque también encuentro armonías simples, incluso etéreas aquí. Las trenzas me llevan a su extraño pero extremadamente brillante mundo. Este álbum es difícil de opinar inequívocamente, porque es un material constantemente sorprendente, con cada posterior escuchando algo diferente. A veces me concentro en las octavas de la voz de Standell-Preston, otra vez estampo mi pie a ritmos rotos, luego nuevamente me sorprende la inteligencia y la imaginación del conjunto, que a su vez introduce una sutil nostalgia.
Creo que Flourish//Perish tiene un mensaje. Ese mensaje es el equilibrio. El título en sí nos hace preguntarnos y nos hace pensar en la fugacidad. Todo lo que vive también muere, todo lo que es vital se desintegra y perece? No sé si esta era la intención de los músicos o tal vez es una indiferencia verbal, pero el material creado por ellos me hace cultivar la distancia mientras me entrego a la melancolía. Por supuesto, todo en cantidades saludables.