
Recientemente, cada vez más a menudo me sorprendo escuchando a mis compañeros, y a menudo a artistas más jóvenes. Una sensación extraña, porque estoy acostumbrado al hecho de que principalmente recibo grabaciones de vintages más antiguas en listas de reproducción, y los más jóvenes están inactivos o no tienen absolutamente nada que decir.
Afortunadamente, no son un caso aislado, y hay más rápidos igual de bien, o tal vez incluso mejores en el manejo de la electrónica.
En una lista bastante larga de artistas jóvenes con una idea para su propio trabajo, no se puede omitir a Maya Jane Coles. Tuvo sus primeras aventuras con el software de creación musical a la edad de 15 años. Cálidamente recibida en los EPs del patio trasero de la casa, construyó una posición en el escenario, lo que resultó en remixes para Delphika, Massive Attack y Gorillaz. Todo esto logró llegar a unos veinte. Luego, una serie de éxitos impecables de deep house en lanzamientos posteriores y ganando el estatus de un DJ codiciado. Eso sería suficiente para muchos jóvenes.
Muchos, pero no Mai, para quienes los clubes resultaron ser demasiado apretados. Ella quería ir más allá de ellos, más allá del ritmo, más allá de los esquemas simples. Lo más sorprendente es que funcionó muy bien. “Comfort” es un álbum completo, coherente, ingeniosamente arreglado, que es difícil para los artistas de la generación de EPs y la popularidad construida sobre hashtags. Sin embargo, esto no es lo más importante. Antes de escuchar el debut de Maja, estaba casi seguro de que lo pondría en el estante de discos junto al álbum de Magda Chojnacka, un álbum lleno de un ritmo medido y profundo, rara vez adornado con voces. Mientras tanto, el álbum encaja perfectamente en la brecha entre SBTRKT y Emika. Porque Maya decidió que de ahora en adelante escribiría canciones. Puedes escuchar sus profundas raíces en ellos, porque las koimposiciones son sorprendentes con graves profundos. Sin embargo, a menudo no estoy seguro de si es más deep-house bass, o tal vez ya estamos entrando en el dubstep. En este bajo, el debutante construye bastante económicos, pero cautivadores con arreglos elegantes. Sin embargo, sin estropear demasiado sobre su talento, admito que constituyen solo la mitad de su éxito. Porque la chica tiene suerte de ser vocalista. “Comfort” alberga, entre otros, Tricky, Miss Kittin, Karin Park. Todo el mundo es impecable, pero el espectáculo más grande fue dado por Thomas Knights, desarmando el manierismo del soul, que es en vano encontrar en otros vocalistas blancos de la generación joven.
No es que sea un disco brillante. Pero ciertamente me ha faltado ese tipo de brillantez y versatilidad en la escena electrónica últimamente. Y por esto Maya merece 100 puntos adicionales y un gran crédito de confianza.