Hoy estamos conversando con Andrea Quiñones Rubio, chilena radicada en Venezuela desde 1978, talentosísima que hoy nos cuenta sobre su hermoso trabajo y su experiencia artística.
Astrid: Cuéntanos de todas tus virtudes como artista.
Andrea: Creo que la mayor virtud que tengo es la capacidad de ser conmovida por la sensibilidad que logra proyectar quienes se dedican al quehacer artístico-cultural a través de lo que son y de sus obras. Puedo ver y sentir eso de “el Otro”, que me ha permitido ser productora de artistas y sus obras, incluso dejando a un lado mis propios anhelos, proyecto personales y artísticos. Desde que llegó la pandemia di un giro y retomé mis proyectos artísticos con un bello equipo de amigas me producen, asumí dirigir una revista cultural, de crónicas de Caracas que hasta diciembre salió impresa. Ha sido todo un reto, además de un honor estar a cargo de una revista que en 10 años tiene 5 premios nacionales de periodismo y cuenta con destacados redactores, columnistas, ilustradores, fotógrafos y excelente equipo de redacción.
Astrid: De todas las cosas en las que te desempeñas ¿Qué es lo que más disfrutas hacer?
Andrea: He tenido la oportunidad de aprender y hacer muchas cosas, tratando de hacerlas lo mejor posible. Todas son mis pasiones, con algunas dedico más tiempo, con otras he tenido productos finales concretos. Cada una tiene sus encantos, la orfebrería me gusta mucho, al igual que la pintura, con ellas desarrollo la creatividad y la capacidad motriz, pero demanda mucho tiempo y es necesario tener un taller. La fotografía me encanta pero en el 2018 me robaron todo mi equipo fotográfico profesional. El teatro, crear productos audiovisuales y desarrollar proyecto culturales es lo que hago actualmente. Esto me obliga a crear y ejecutar en equipo y eso me encanta. La poesía está presente a diario y es la que me salva, cada vez que estoy muriendo.
Astrid: ¿Crees que la mujer de cierto modo en pleno siglo XXI aún sigue siendo excluida de las artes?
Andrea: No puedo invisibilizar que se hacen esfuerzos para la inclusión, desde las políticas culturales públicas, leyes y el trabajo de las mismas mujeres para mostrarlo. La cantidad de mujeres en espacios laborales que ocupaban antes los hombres ha ido en aumento, no solo porque estamos ganando esta lucha, sino porque el tema de la independencia económica o ser madres-padres nos ha obligado a ello, pero seguimos luchando por una paridad de poder. Somos pocas las mujeres que llegamos a cargos de dirección, gerencia que nos permitan tomas de decisiones que no estén supeditada a los hombres, una cosa que parece increíble cuando el trabajo de la mujer reporta grandes ganancias en la economía mundial y la industria cultural.
Astrid: Cuéntanos tu experiencia con la poesía.
Andrea: Veo poesía en todo, en la imagen, en los olores, en los sabores, en lo que tocó, en lo que oigo, incluso veo y siento la poesía en la gente.
Empecé a escribir unos pocos poemas en mi adolescencia, aunque cuando era pequeña me encantaba inventar canciones propias. Me casé muy joven y cuando tomo la decisión de divorciarme, eso hace unos 20 años, empecé a escribir para pulverizarme, reconstruirme y no morir en el intento.
Astrid: ¿Crees que tu labor tiene un impacto en la sociedad?
Andrea: Todo lo que hacemos genera un impacto, algunos a menor o mayor escala, pero él solo hecho que alguien participe y le cambie la vida para bien, ya es importante. Creo que haber sido una de las productoras de las Coproducciones 2008 de la Compañía Nacional de Danza fue un proyecto que generó un gran impacto, fue a nivel nacional y culminó con las presentaciones de agrupaciones de danza de 23 estados en el Museo de Ciencias y en la sala Ríos Reyna del Teresa Carreño. Haber formado parte de las actividades de formación y presentaciones de Convenios Culturales desde el 2009 al 2011. He tenido la oportunidad de formar parte de varios de estos proyectos, pero actualmente la obra “El sobre” y el libro “Fantasmas de la piel y otros besos” han dado bastante de que hablar por sus contenidos y esto quiere decir que hay un impacto, quizás mas cualitativo que cuantitativo.
Astrid: ¿Has representado a Venezuela fuera del país?
Andrea: Representar a Venezuela de manera formal, no. He tenido invitaciones pero nunca he podido asistir. He representado a Venezuela de manera independiente en Cuba y en Chile donde me invitaron a recitar mi poesía. En Chile publicaron dos poemas de mi autoría en una antología de poetas chilenos, incluso sabiendo que radico desde mi niñez en Venezuela, país que me ha dado todo. En Colombia, seleccionaron mi poema ‘Yo soy esa” para el libro “100 mujeres poetas”.
Astrid Cuéntanos en que eventos has participado y con qué labor artística.
Andrea: En términos generales he participado en exposiciones colectivas de fotografía y orfebrería, en muchas obras teatrales como actriz, directora y ahora dramaturga. Sigo como productora de artes escénicas y musicales y como directora de la revista y con la fortuna de haber publicado mi poemario “Fantasmas de la piel y otros besos” por la editorial La hoja de la calle. Seguimos transitando el camino de los sueños para concretarlos.
Astrid: ¿Tienes algún personaje que sea influyente para ti?
Andrea: A mí me influye toda persona que sea honesta, justa, amable, empática, transparente, leal, equitativa, solidaria, humana. Conozco una cantidad de gente admirable porque son consecuentes con lo que dicen y lo que hacen.
Astrid: ¿Cuál sería la labor que te gustaría realizar qué aún no has podido hacer?
Andrea: Aprender a cantar sin que a la gente no le dañe los oídos. Me gustaría dirigir unos cortometrajes, unos largometrajes y unos documentales, propios y ajenos.
Astrid: ¿Qué crees que haría falta en Venezuela para impulsar más la cultura?
Andrea: Debemos partir aclarando que cultura es todo lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos, por lo tanto, la cultura es un eje transversal, es heterogénea, pues es la manera como se convive, se relaciona, se coopera y se lucha en un grupo, un colectivo, en una comunidad, en un país. Entonces es compleja, porque es imposible verla como un sector aislado, ya que se comunica y se tiene interdependencia con otras culturas.
Creo que hemos tenido grandes Planes Estratégicos, proyectos, líneas y logros a nivel cultural y artístico, sin embargo, nos falta consolidar la construcción de políticas culturales públicas que sean el puente que interrelacionen el registro estético (las diferencias, las similitudes en el gusto, la sensibilidad, el estatus de los grupos sociales) y el antropológico (la manera en que vivimos) y así generar políticas culturales que nos permitan vivir del trabajo cultural.
Se ha tenido preocupación por entender el comportamiento de todos los sectores populares, incluso con las manifestaciones culturales aparentemente menos vinculadas con la movilización política inmediata, pero que condicionan la manera en que las clases piensan y actúan.
No debemos olvidar que el trabajo cultural es un recurso necesario de cohesión para enfrentar democráticamente las contradicciones y la cultura en el Estado podría ser uno de los rubros más fuerte de ingreso del Producto Ingreso Bruto dentro de la economía y por lo tanto generadora de fuentes propiciando la integración de los diferentes actores sociales, aprovechando los recursos naturales, históricos que forman parte del patrimonio del estado, al igual que los productos y servicios culturales generados por los artistas y creadores.
La gestión cultural con la visión del desarrolla de cultura debe ser encaminada a la toma de conciencia de quienes somos, que queremos, que necesitamos, que tenemos, qué nos muestre cuales son los peligros que tenemos que enfrentar y que camino sería mejor seguir, es la arma más eficaz para formar una conciencia crítica que nos hace pueblo, nación y continente, ciudadanos del mundo.
Gracias por tu interés. Un abrazo enorme.
Fotografías:
Richard Miranda
Jesús Reyes
Muchas gracias Andrea por compartir un poco de tu trabajo con nosotros, para mi siempre es un honor poder compartir con artistas maravillosos! Los invito a seguirla en sus redes sociales.
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